sábado, 1 de junio de 2013

Por la calle

Por la calle me sorprendí de ver mucha gente sonriendo. ¿Feliz? Probablemente. Una señora que agradecía el paso cedido por un automovilista. Un mecánico, sonriendo antes de tirarse al piso a arreglar un auto. Un gurí contándole a su mamá las peripecias de la jornada escolar. Una chica en bicicleta que sonríe porque lo mejor de la época es sentir el fresquito del mediodía de otoño nublado en la cara, para después contrastarlo con un cálido beso de mamá.

Más allá, un chico de ropas gastadas y gorra, de piel oscura y curtida por el sol, llega a comprar un cigarrillo "de los baratos" al kiosko del barrio. Le responden cortante, rozando la grosería. Él entiende el mensaje y se va, sin nada y con la cabeza gacha. Tal vez sea el temido ladrón que piensa la señora que atiende el kiosko, yo lo veo como un simple laburante, que además es adicto a la nicotina.

Me alejo... ya no sonrío como antes.

2 comentarios:

Sabina dijo...

No todo es color de rosa.

Chuli! dijo...

Para algunos...