martes, 29 de noviembre de 2011

Quem não gosta de samba...

Buscando una hoja en blanco en viejos cuadernillos de facultad (nada se tira, todo se usa, sobre todo papel), encontré un papelito con un verso de una canción en portugués, que nos había dado a mi y a mis compañeros locutores, una profesora de dicho idioma.


La que me tocó a mi en ese curso de 2009 era "Quem não gosta de samba bom sujetio não é"... me acordé de la canción, me acordé de la situación (cada uno decía su verso para completarla) y me acordé de lo mucho que me gusta la samba brasileña. Una concepción del brasileño tipo que dice que a aquel a quién no le gusta la samba (o el carnaval o el baile) para empezar no es buen sujeto, es ruin o, le duele el pie.
Y acá la canción "Samba da minha terra", cantada por la hermosa voz de Dorival Caymmi:

Samba da minha terra deixa a gente mole
quando se canta todo mundo bole, quando se canta todo mundo bole
Quem não gosta de samba bom sujeito não é 
É ruim da cabeça ou doente do pé
Eu nasci com o samba no samba me criei
e do danado do samba nunca me separei

domingo, 27 de noviembre de 2011

Me gusta

Me gusta ir a la playa... pero creo que es una perogrullada decirlo y creo que a todo el mundo le gusta.

Además de sentir el viento del río (o el mar, en el mejor de los casos) en la cara, el sol, el agua y la arena colándose por entre los dedos, me gusta observar a mi alrededor al mundo que me rodea.

Me gustan los colores de las sombrillas a lo largo de toda la orilla, y me gustan los colores de los juguetes de los gurisitos. Me gustan también los colores de los sillones.

Me gustan el color bronce que brilla en los cuerpos de las mujeres, me gusta el brillo del sol en la arena y en los lentes de sol de todos.

Me gustan los colores de las mallas de baño de hombres y mujeres. Me gustan los gorros, las rastas, los rodetes.

Me gustan las pieles blanquitas de los bebés, cubiertas de protector. Me gustan sus pañales, más grandes que de costumbre y las mallitas de las nenas chiquitas.

Me gustan las olitas chicas de las playas de río y las grandotas de las de mar. Me gusta la tranquilidad del río Uruguay, y la bravura del mar.

Me gustan los mates yendo y viniendo de una mano a otra. Los calientes, bien entrerrianos, y los fríos tereré.

Me gusta la gente que lee en la playa, la que lee revistas y la que lee libros. Me gustan los que escuchan música con ritmo.

Me gustan los pareos y los vestidos. Me gustan las ojotas. Me gustan las lonitas.


Creo que, a fin de cuentas, todas esas cosas juntas, y cada una de ellas, hacen que mi estación preferida sea el verano... o al menos, la estación del calor.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Peluquería

Cuando voy a la peluquería suelo apagar mi cerebro para comentarios facho/rascistas que suelen escucharse de boca del resto de la clientela. Pequeños, sutiles, casi imperceptibles... pero en mi cabeza moldeada en facultades de ciencias humanas, grupo de amigos como el que tengo y la lectura social que suelo hacer de todo, es difícil que se le escapen. Y como en sitios y situaciones como esas es casi imposible (y al pedo) remar contra la corriente (pienso en una corriente de dulce de leche repostero en estos caso) suelo, como dije, pensar en otra cosa y no hacer ningún tipo de gesto asertivo, adulador ni simpático. Nada. Poker face, diría yo.
Pero hoy, en mi visita a la peluquería del barrio donde voy siempre, decidí hacer una lista mental de los temas "tratados"  en la charla (que no sé si habrá sido del tono que fue por el efecto de los químicos que se estaban poniendo sobre las canas de la señora sentada en la silla o qué). Después corrí rápido a casa antes de olvidármelos y los escribí de esta manera:

(Téngase en cuenta que empezó la charla con dicha clienta preguntándome cuántos años tenía, profesión etcéteras, de allí el primer tópico de la lista)

LT11- arreglos políticos - en Argentina "está todo podrido" - arreglos y puestos a dedo - esfuerzos al pedo - (el tópico siguiente lo nombro ahora, y uds. mentalmente agréguenlo cada 5 tips aproximadamente) - lo que hago "yo" -la señora- (sentada para atrás muy cómodamente en mi casa, mirando el tele, o sea: nada. Esto último lo agrego yo, que quede claro) - para triunfar te tenés que ir a Buenos Aires - en Buenos Aires te matan - viven como locos - el país está podrido - te matan por nada - Tomás (el niño encontrado muerto ayer por la tarde) - lo "lindo que era, pobrecito" - fue el padre - no es como el caso Candela, ahí la madre tuvo la culpa - ahí hay gato encerrado - ¿cómo la mamá de la nena puede pagar al abogado Burlando? - Burlando está todo hecho (pómulos, labios, se estiró) - si tenés plata en este país zafás de la justicia - los Belsunce...

Creo que seguía la charla, pero me perdí en algún punto mirando una revista con minas con peinados imposibles, de muchos colores, con los que nunca vi a nadie por la calle, muy flacas y estereotipadas.

¿Quién dijo que ir a la peluquería es fácil?

domingo, 13 de noviembre de 2011

Power to the people II

Los pibes nacen con el espíritu revolucionario... tarea nuestra la de no desviarlos del tema.

Yamandú en su cochecito, hoy después de su siesta.

sábado, 12 de noviembre de 2011

En venta.

Un día de estos iba caminando hacia la facu y crucé frente a una veterinaria. Siempre miro las vidrieras, sobre todo en este tipo de comercios porque siempre hay animalitos. En este caso, había una perrita chica y peludita como una oveja, que estaba siendo acariciada por la empleada, y dos gatitos siameses, uno hembra y el otro macho (lo sé por el color de las cintitas en sus cuellos).

Me tenté, entré para acariciarlos y, de paso, sacarles unas fotos para que los vea Mario.
Entro y tuvimos una charla con la vendedora:

yo: - ¡Awww! Qué lindos son. Nunca había visto siameses tan chiquitos.
V: -Sí, son hermosos. Y están más baratos que la perrita. ¿No querés comprar uno?
Yo: -¿Sí? La perrita es hermosa, pero yo soy más de los gatos... y no, gracias por la oferta, pero llego a caerle a mi vieja con otro bicho más y me echa con todos afuera. Además, no deben de estar baratos, ¿no?
V: -No, pero los gatitos son más baratos que ésta (por la perrita).
Yo: - ¿ah sí?, ¿cuánto está la perra?
V: - mil cuatrocientos... y los gatitos quinientos.
Yo: - No gracias, yo a mi gato lo adquirí gratis en la calle y es hermoso también...

la que mira es la michita, el nene dormía ^_^

viernes, 11 de noviembre de 2011

Jacarandá

Hace un par de veranos, cuando estaba crecido el río Uruguay y recorríamos seguido el puerto de nuestra ciudad con Mario, nos maravillábamos con los colchones lilas que dejaba el Jacarandá.

Pero Mario me recitaba ésta estrofa:
Al este y al oeste,
Llueve y lloverá
Una flor y otra flor celeste
Del jacarandá
Una flor y otra flor celeste
Del jacarandá

A lo que yo le retrucaba con "esto es lila", señalando el piso, y acordándome de esta estrofa de Durazno y Convención de Jaime Roos, hablando de esas calles de Montevideo:
La calle Durazno
Muere sin saberlo
Cuando se ilumina
Toda de lila
En pleno diciembre
A la hora más lenta
La siesta obligada
Del jacarandá.

La duda me volvió a surgir esta primavera, cada vez que piso sus florcitas caídas en la Plaza Ramírez. Por eso busqué y, según la Wikipedia, el Jacarandá "es un género de unas cuarenta especies de árboles y arbustos, típicos de la América intertropical y subtropical, que prosperan preferentemente en zonas con un buen régimen de lluvias, de modo que se encuentran espléndidos jacarandás centenarios en Buenos Aires y en Montevideo." (Ambos datos confirmados por ambas estrofas de canciones)
"El nombre científico de la especie (jacaranda) deriva de la voz guaraní jacarandá, palabra acentuada en la última sílaba."
Y agrega: "(...) Florece dos veces por año, en primavera y otoño, produciendo inflorescencias racimosas de flores de color azul violáceo y forma tubular en algunas especies (...)"

Es por eso que está bien que cada uno vea el color que quiera ver. Para mí el Jacarandá es violetita y se escribe y dice Jacarandá, como en guaraní.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Se pasó el año.

El viernes entré a una tienda de ropa de bebés y niños para comprarle un gorro de sol a Yamandú. Una vez dentro y esperando a que la vendedora lo envolviera para regalo, surgió esta conversación:

Otra clienta: —(a otra vendedora) dame una camisa blanca, talle 44.
Vendedora 2: —¿44? ¿Estás segura que no es 40 tu nene?
C: —No, la que tiene es 44. Se la voy a comprar porque toma la comunión...
V: — ¿Ya? Pucha, ¡cómo se pasó el año che! Ya vienen las comuniones.
Yo: —(metida como siempre) ... y después se vienen las despedidas de año y el pan dulce a la vuelta de la esquina.
Las dos: — ¡Sí! Tal cual...
Vendedora 2: —Yo no sé, pero se me pasó volando el año; cuando yo era joven no se me pasaba así.
Vendedora 1: —A mi tampoco, el tema es que, por ejemplo, cuando yo era chica iba a la escuela solamente y no hacía más que jugar a la tarde con mis vecinos o amigos. Ahora los chicos hacen de todo: salen de fútbol y van a inglés, salen de inglés y van a catequesis, salen de catequesis y van a maestra particular... y así todo el día.

Me quedé pensando y no puedo sacar una conclusión si está bien o mal que los pibes de ahora vivan a ese ritmo.
¿Uds. qué piensan?