miércoles, 13 de abril de 2011

Caminando por mi ciudad...




(Dale play)

... veo una pareja de sexagenarios caminando a la par mía. Una mamá, en un negocio de ropa, que le hace caritas a su beba de meses y rien juntas. Unas universitarias hablan al mismo tiempo, mientras van a la facu y se les nota en la piel y en la risa una frescura propia de su edad. Los comensales empiezan a llenar un restaurant que pronto estará repleto de amigos y gente de negocios que aprovechan el miércoles para cortar la semana un poco más distendidos. Un colectivo lleno de jubilados espera a los últimos pasajeros para irse a quién sabe dónde. En el quiosco de la esquina de la plaza algunos adolescentes (y no tanto) le hacen frente al viento con una cerveza bien fría. Más adelante, mientras un hombre de camisa y corbata entra al banco con cara de preocupado, un chico alza en brazos a su novia, tan flaquita ella que parece una pluma. De fondo no cesan de pasar mamás con sus bebés en los cochecitos. Sigo caminando y mientras me voy cruzando con universitarios recién salidos de clase, veo a otros por las ventanas de sus departamentos poco amoblados, intercambiando con sus compañeros mates, discusiones, teorías, anécdotas...
En la otra plaza una pareja de ancianos disfruta de la fresca con su perrito barbincha y al lado, pasan dos pibes con una botella que no parece contener Coca Cola solamente.
Ya pasé más atrás en mi camino a los chicos en el recreo del secundario nocturno y ahora sólo me queda ver a los de la universidad tecnológica a través de los ventanales de la institución. Los perros, las hojas amarillas y en el piso, los primeros abrigos... el marco del otoño y mi música hacen de mi caminata por la ciudad, algo realmente especial.