Organizado y acompañado por un grupo de vecinos del barrio Puerto Viejo, esta simple pero entretenida idea junta: música, baile y (no se pude negar) alcohol... Todo los años se le suman caras nuevas a la recorrida del carro y, más allá de que este año se vio reducido a una carroza improvisada empujada por tres flacos, con un par de parlantes adelante, la alegría a la que llama el carro se mantiene intacta...
(Las de la conservadora arriba de un carro que, en sus buenos años llevó un bolso con ropa en la salada, somos mis amigas y yo...)
Fotos: en éste álbum público de Facebook ;)