lunes, 20 de abril de 2009

Mirá que lindo mi país, paisano.

La nota que leí en Clarín.com, bien se podría resumir con la primera oración: el Quijote hubiese tenido que buscar otra cosa contra la que luchar, si viviese en la Argentina del siglo XXI. Y hay una simple razón: sólo hay 44 molinos de viento a lo largo y ancho de todo el país, en los 2.780.400 km² de territorio que posee. Es simple y sencillo, cortita y al pie: Argentina, con estos molinos, solo aporta 0,12% a la energía total del país. Para ser más claros: 24.033 MW (megavatios) es el resultado de potencia final de la generación térmica, hidroeléctrica y nuclear en todo el país; la eólica, solo 27,8 MW. En definitiva... ¡un chiste!

En la nota está el video de la entrevista que se le hiso a Hilda Dubrovsky, de la Fundación Bariloche. La profesional apunta (argumento bien o mal utilizado, queda a su criterio) que si bien Argentina es uno de los países de menor emisión de gases que causan el efecto invernadero, no tiene porque descuidar esta situación de cuidado ambiental. Creo que se justifica en que se están utilizando muchas energías no renovables, teniendo la posibilidad que sean las renovables la que tomen la delantera. En un país donde se conoce la bravura de los vientos y demás, teniendo en cuenta también los recursos hídricos, y qué decir del sol: la energía solar "Es limpia, renovable y tan abundante que la cantidad que recibe la Tierra en 30 minutos equivale a toda la electricidad consumida en el mundo durante un año", se explica en un texto de la página web de Greenpace.
Quizá la explicación al hecho de que no haya una legislación al respecto, no haya determinaciones importantes y relevantes en cuanto al tema esté en uno de los mismos párrafos de la nota:

Entre los discursos oficiales y la realidad, se dibuja una zona gris: el Plan Estratégico Nacional de Energía Eólica, anunciado hace tres años, está a medio camino y los obstáculos burocráticos y de infraestructura siguen en pie, señalan los actores del sector.
¡Hay que ver, qué lindo es mi país, paisano! Y muchos aún no se dieron (no nos dimos) cuenta...


miércoles, 1 de abril de 2009

Mamá, mamá.

Como decíamos hace un rato con Mario: "esas publicidades de las que te olvidas qué publicitan"...
Justamente esas son las que me hacen reír. Y, por estos días me descostillo con las de Mamá Luchetti. Son: ¡geniales!
Aquí, mi ranking, ¿cuál prefieren ustedes?

1) Por lejos, el mejor. Sobre todo en el final.



2) Segundo, por la empatía: ¿quién no lo sufrió -aunque sea en otros parámetros- alguna vez?


3) El labrador...


4) Por el tenor que remata el canto:



Me faltaría la de Osvaldo Laport. Pero no lo banco, y a mi mamá tampoco le gusta.